El Bernabéu llega a la última fase de su remodelación. Sólo quedan 15 jornadas para el debut liguero en casa ante el Getafe y el avance es significativo. Al estadio le faltan los últimos retoques, aunque las obras no finalizarán hasta Navidad, y una de las más llamativas está en las gradas. Los asientos azules que hasta ahora caracterizaban al castillo blanco están siendo sustituidos por otros con un tono de azul más oscuro y señorial.
Finalmente, pese a no entrar en los planes iniciales del club, el Bernabéu aumentará su capacidad. Obtendrá poco más de 3.000 escaños. De 81.044 personas pasará a tener capacidad para 84.744. Con las nuevas butacas también se espera mejorar el confort de los espectadores. El objetivo del club es claro: convertir cada partido en una experiencia única para los aficionados. Aún queda poner las bases y atornillarlas, ya que cada asiento tendrá su propio anclaje. El último paso será el césped. La idea es que esté listo sobre el 28 y 29 de agosto para que el 2 de septiembre acoja con todas las garantías el estreno ante el Getafe (16.15 horas).