Si hay una cualidad que ha demostrado Chus Mateo desde que se convirtió en entrenador del Real Madrid es la de atrevimiento. Coraje para apostar por los jóvenes incluso en situaciones desafiantes. Lo hizo la pasada temporada con Eli John Ndiaye, al que dio protagonismo en la serie de Euroliga ante el Partizán cuando el equipo pendía de un hilo. El joven cumplió con creces con sus deberes, especialmente en defensa.

El domingo empezó el Clásico con Ismaila Diagne. "Sólo" tuvo la tarea de sustituir a Walter Tavares, que estaba de baja por una infección respiratoria. El crío era uno de los personajes principales del juego.

Con 16 años, 9 meses y 9 días, el joven de 2,14 metros hizo historia al convertirse en el jugador más joven en participar en un Clásico. Superó el récord de Luka Doncic, que en 2015 se enfrentó al Barcelona siendo 19 días mayor que el actual central madrileño.

Empezó el partido con un hambre voraz. A los cinco minutos ya se había comido a Jan Vesely: cuatro puntos y siete rebotes, cinco de ellos ofensivos. Acabó con nueve puntos, ocho rebotes (seis ofensivos) y 16 de valoración en 13:27.

El joven anotó las primeras y últimas canastas del Real Madrid. Chus Mateo, como agradecimiento a su arduo trabajo, le dio unos minutos para finalizar el duelo. "No sabía que tenía 16 años. Te lo digo de verdad. Es una anécdota. Estoy contento porque el chico trabaja bien y es una recompensa a su trabajo", afirmó el técnico tras el partido.

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