Gonzalo García se convertirá oficialmente en jugador del primer equipo del Real Madrid. Xabi Alonso ya había insinuado la decisión durante el Mundial de Clubes en Estados Unidos, donde el joven delantero, entonces del Castilla, demostró ser la pareja perfecta para su sistema táctico. Aprovechando la oportunidad que le brindaron las ausencias de Kylian Mbappé y Endrick, Gonzalo incluso dejó en el banquillo a Rodrygo y regresó del torneo no solo con la Bota de Oro, sino también con elogios generalizados por su versatilidad futbolística.

Con su ascenso confirmado, Gonzalo se enfrenta a un reto abrumador, uno que parecía casi imposible durante décadas: convertirse en un delantero clave del Real Madrid tras ascender en las categorías inferiores. Álvaro Morata estuvo cerca de conseguirlo en los últimos años, mostrando destellos de potencial, pero finalmente no lo consiguió. De hecho, para encontrar al último delantero canterano que realmente se consolidó en el club, habría que remontarse a 1994.

Ese delantero fue Raúl, el legendario delantero que irrumpió en el Madrid de Valdano durante el ocaso de la Quinta del Buitre. En cuestión de semanas, Raúl saltó del Madrid C al Castilla y luego a la selección absoluta, desbancando nada menos que a Emilio Butragueño, el mismísimo símbolo de la generación anterior.

Desde entonces, varios delanteros han surgido de La Fábrica, pero ninguno ha logrado replicar el meteórico ascenso de Raúl. La estrategia del Real Madrid de fichar a los mejores atacantes del mundo ha hecho casi imposible que los canteranos despunten. Muchos se han visto obligados a demostrar su valía en otros clubes.

Hubo destellos de esperanza en el pasado. Javier Portillo llegó con grandes expectativas, pero se vio obstaculizado por una alineación repleta de estrellas que incluía a Raúl, Ronaldo Nazario y Fernando Morientes. Álvaro Negredo y Roberto Soldado brillaron en el Castilla, pero no pudieron superar el mismo duro ascenso al primer equipo.

Morata fue el último en dejar una huella genuina. Tras una productiva etapa en la Juventus, regresó al Madrid para la temporada 2016-17 y jugó un papel importante en la legendaria plantilla de Zidane, que ganó el doblete, anotando 19 goles. Sin embargo, finalmente se dio cuenta de que sería difícil conseguir minutos de forma regular y abandonó el club una vez más, esta vez para siempre.

Ahora le toca el turno a Gonzalo García. El dorsal 9 es suyo, y con él, tanto legado como expectativas. Queda por ver si podrá convertirse en el próximo gran delantero surgido de la cantera, pero a diferencia de muchos antes que él, su trayectoria ya ha comenzado con fuerza.

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