El partido entre Real Madrid y Girona estuvo marcado por la polémica arbitral. Una vez más, los árbitros de LaLiga fueron los protagonistas. Melero López como árbitro principal e Iglesias Villanueva, desde el VAR, protagonizaron una actuación de lo más desacertada en una tarde en la que los blancos acabaron estallando entre sus jugadores, la directiva y el propio Ancelotti.

Lo sospechoso es que Iglesias Villanueva, en menos de 24 horas, perdonó la tarjeta roja a Marcos Alonso y concedió el inexistente penalti de Marco Asensio al Girona. El sábado, en el minuto 64 de partido, Marcos André recibió una durísima entrada de Marcos Alonso, claramente merecedora de tarjeta roja. El exjugador del Chelsea golpeó primero en la parte posterior de la rodilla, y luego en el tendón de Aquiles del futbolista valenciano y, De Burgos Bengoetxea, árbitro principal del partido, tomó la decisión de sancionarlo con tarjeta amarilla. Lo curioso de esto es que Iglesias Villanueva, desde la sala de VAR, no avisó al árbitro para que revisara las imágenes de aquella dura entrada que sí hizo a Melero López en el partido entre el Real Madrid y el Girona.

En el minuto 77 de partido, Marco Asensio tocó el balón con la mano, pero antes le había pegado en el pecho, por lo que, según los jugadores del Real Madrid al final del partido, esta es una situación que no debería ser sancionables en base a la reunión que tuvieron con los árbitros al inicio de la temporada. Por si fuera poco, en el minuto 90 de partido, Rodrygo marcó un gol tras varios rebotes en el área entre Gazzaniga y el brasileño, pero Melero López anuló el gol por presunta falta sobre el portero. Desde el VAR, Iglesias Villanueva no llamó al árbitro principal para revisar la jugada por si era susceptible de error.

Después del partido, Carlo Ancelotti, el club, varios jugadores y el sitio web oficial estallaron por las decisiones que les habían costado dos puntos. “No es penalti, lo inventaron ellos”, gritó el técnico italiano.