La noche del 25 de abril de 2012 quedará para siempre en la memoria de todos los madridistas, y no precisamente por una feliz razón, sino todo lo contrario. El Real Madrid cayó eliminado en el partido de vuelta de las semifinales de la Liga de Campeones ante el Bayern de Múnich de la forma más cruel posible en el Santiago Bernabéu tras la tanda de penaltis. Eso sí, ni los jugadores ni José Mourinho, entrenador de aquel día, tampoco podrán olvidarlo jamás.

Fue el propio técnico portugués quien reconoció que su día más triste como entrenador del Real Madrid fue aquella derrota ante el Bayern de Múnich. Reveló que guardó las formas tanto en el campo como en el vestuario después del revés, pero colapsó y comenzó a llorar en el auto camino a casa.

"Fue la primera y única vez que lloré después de un partido. Obviamente no lo hice en el campo ni en el vestuario, pero en el coche mientras conducía de camino a casa, sí", recordó el portugués. quien también contó un detalle ocurrido esa misma noche. "Estaba completamente destrozado y de repente recibí una llamada de Jorge Mendes pidiéndome que le hiciera un favor. Quería que fuera a casa de Cristiano Ronaldo porque él estaba destrozado. 'Yo también estoy destrozado', le dije pero lo hice. Me preparé, me sequé las lágrimas y me fui. Todos estábamos devastados", reveló.

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