Fue un momento que pasó desapercibido para la mayoría, pero no para sus allegados. Justo antes de que comenzara la prórroga de la inolvidable final de la Copa del Rey en Sevilla, un grito desgarrador irrumpió en el grupo que rodeaba a Carlo Ancelotti. Antonio Rüdiger, abrumado por el dolor, dejó escapar un grito desgarrador que llegó hasta el cielo del Estadio de La Cartuja, pero que quedó ahogado por la euforia de una de las finales más grandes de la historia.

El dolor en su rodilla finalmente se volvió insoportable. Tras meses de sufrimiento, su cuerpo cedió. Incapaz de continuar, Rüdiger fue sustituido en la prórroga.

Durante ocho meses, casi toda la temporada, el defensa alemán había estado sufriendo en silencio, jugando con dolor, dependiendo de analgésicos antes de cada entrenamiento. Rechazó la cirugía para no debilitar una defensa ya devastada por las lesiones de Militão, Carvajal y la larga y difícil recuperación de David Alaba.

Tras la final —y el polémico incidente con el árbitro De Burgos Bengoetxea que le valió una suspensión de seis partidos—, Rüdiger tomó una decisión difícil pero necesaria: someterse a una artroscopia de rodilla para reparar una rotura parcial del menisco externo. ¿El objetivo? Estar listo a tiempo para el Mundial de Clubes. Las probabilidades eran escasas, pero la determinación era inquebrantable.

Ahora, hay buenas noticias. Tras una cirugía exitosa el 29 de abril a cargo del Dr. Manuel Leyes y cuatro semanas de intensa rehabilitación, las señales son alentadoras. Se espera que Rüdiger se una a la plantilla que viaja a Estados Unidos para el torneo, y existe optimismo de que incluso podría estar disponible para el segundo partido del Real Madrid, contra el Pachuca, el 22 de junio, exactamente siete semanas después de la cirugía.

"Toni tiene mucha confianza en que puede aportar al Mundial de Clubes", confirman fuentes del club. Esa confianza llega tras doble sesión diaria de gimnasio: un trabajo minucioso que está dando sus frutos.

Inicialmente, su tiempo de recuperación se fijó en un mínimo de ocho semanas, pero su progreso podría acortarlo. Tras unos días de descanso activo en Alemania, Rüdiger tiene previsto regresar a Valdebebas el 2 de junio. Bajo la tutela de Xabi Alonso, reanudará entrenamientos ligeros en el campo. La recta final ha comenzado.

Rüdiger ya no está en la sombra. Está avanzando hacia la luz: hacia una pelea más, hacia un título más.

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