Antonio Rüdiger lo volvió a hacer. El central alemán, como en la tanda de penaltis de la temporada pasada en el Etihad, se adelantó para lanzar el quinto penalti del Real Madrid, asegurando su pase a cuartos de final de la Champions League. Hubo un momento de suspense cuando Oblak adivinó la dirección correcta y tocó el balón con la mano, pero rozó el poste y entró. En ese instante, ante la incredulidad del público del Metropolitano, el número 22 se lanzó a correr 100 metros tras 120 minutos de juego agotador.

Impulsado por la adrenalina y liberado de toda presión, la carrera desenfrenada de Rüdiger desató la celebración del Real Madrid. Sin embargo, el momento de alegría se vio interrumpido por el lanzamiento de botellas al campo. Bellingham cabeceó con humor una de ellas, sin saber si estaba llena, tras saltar de alegría. Mientras tanto, Vinicius, envuelto en un abrigo, la dejó en el suelo y señaló a la grada: "¡Aquí, aquí!". Rodrygo comenzó a bailar a la brasileña para esquivar las botellas que caían, mientras Jude y Ceballos, una de las figuras más animadas al margen, comenzaron a bailar juntos en señal de celebración.

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