Es una parada temporal para el Real Madrid. Tras el último partido ante el Cádiz, los jugadores han sido liberados para incorporarse a sus selecciones. Los que no sean convocados disfrutarán de tres semanas de vacaciones. El regreso de los jugadores está previsto para el 1 de diciembre. Será entonces cuando Carlo Ancelotti y su cuerpo técnico inicien una especie de pretemporada para poner a punto el 2023.

Durante este mes de noviembre, los futbolistas que no estén en sus selecciones trabajarán con sus entrenadores personales. Los que queden eliminados de la Copa del Mundo tendrán diez días de vacaciones antes de incorporarse al equipo. Esto puede provocar que haya jugadores que no regresen hasta el 28 de diciembre, es decir, unos días antes del primer partido de los blancos tras el parón ante el Valladolid.

A partir de diciembre, la idea de Ancelotti y Antonio Pintus, preparador físico del primer equipo, es preparar en la Ciudad Deportiva de Valdebebas los cinco meses que quedan de temporada. Sobre todo, en un mes de enero muy exigente en el que jugarán al menos siete partidos en 30 días y en el que se jugará el segundo título de la temporada: la Supercopa de España.

También está la idea de los amistosos, pero normalmente se disputan a puerta cerrada. Es una práctica habitual en las últimas pretemporadas desde que empezó la pandemia. Desde entonces, el Real Madrid jugó contra Getafe (2020), Fuenlabrada (2021) y Rayo Vallecano (2021). Duelos que sirven para recuperar el ritmo competitivo y llegar al partido ante el Valladolid en la mejor forma posible.

Esta es una situación nunca antes experimentada. Para el cuerpo técnico es una incógnita cómo llegarán los jugadores tras el Mundial y lo difícil que será mantenerlos a todos 'saludables' durante los últimos cinco meses de la temporada que prometen ser agotadores. El papel de Pintus será clave para llegar a la recta final en la lucha por todos los títulos.