Endrick fue presentado junto a las 15 Copas de Europa, vistiendo el dorsal 16 del Real Madrid, un dorsal de transición que muchos otros lucieron antes que él y que marca su primera temporada en el club. Dada la prestigiosa historia y la dinámica actual del equipo, este número conlleva una sensación de premonición.

El delantero brasileño siguió todos los protocolos de firma antes de pisar el césped del Bernabéu, impecablemente vestido con un traje negro y una camisa blanca, que resaltaban su impresionante físico, inusual para un joven de 18 años. Una vez con la camiseta del Madrid, su complexión muscular puso a prueba los límites de la camiseta de la nueva temporada. Su presencia confirmó lo que la televisión brasileña venía transmitiendo: es una bestia.

Aclamado por más de 30.000 aficionados, la aparición de Endrick no se vio eclipsada por Mbappé. Se trata de una buena noticia para el joven jugador, que, a diferencia de Vinicius o Rodrygo, no se enfrentará a la misma inmensa presión. El fichaje de Endrick por un equipo campeón puede ser más fácil que el de sus predecesores, en particular el de Vinicius, que superó duras críticas para convertirse en el mejor jugador del mundo en 2024. Vinicius es el modelo ideal para Endrick.

Florentino Pérez, celebrado como un gladiador cuando apareció en el Bernabéu tras cumplir el sueño de Mbappé, recibió calurosamente a Endrick. Después de que el marcador de vídeo de 360 ??grados mostrara sus mejores jugadas y goles con el Palmeiras, quedó claro que el Madrid se había asegurado un talento formidable. "Ha nacido para jugar en el Madrid", resumió Pérez, levantando la mano de Endrick en señal de triunfo. Este fichaje supone una nueva victoria para el Madrid, ya que numerosos clubes europeos habían codiciado al delantero. "Con él, continuamos nuestra política de asegurar a los mejores jugadores del mundo y a las jóvenes estrellas más brillantes", añadió Pérez.

Endrick, abrumado por la emoción al ver cumplido su sueño de la infancia, luchaba por mantener la compostura. No había acabado de decir "buenas tardes" cuando todo el estadio empezó a corear su nombre, rompiéndose a llorar. Fue como si estuviera dando un discurso de despedida tras una carrera llena de títulos. "Estoy muy contento porque siempre he sido madridista desde pequeño. Y ahora estoy aquí...", dijo con la voz entrecortada. "Esto es una locura. No tengo palabras para describirlo. Siempre he querido estar aquí. Gracias a todos y ahora coreemos juntos: 3, 2, 1, ¡Hala Madrid!", concluyó.

Tras superar los nervios iniciales, Endrick besó el escudo y posó para las fotos con su familia, su novia y Florentino ante las 15 Copas de Europa, mientras el público del Bernabéu seguía aplaudiendo.

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