El Bernabéu está superando en estos momentos uno de los hitos de la construcción que lo convertirán, en unos meses, en el recinto deportivo más puntero del mundo. El viernes comenzó la instalación del techo retráctil, uno de los componentes clave que permitirán que el estadio sea utilizado con fines comerciales los 365 días del año.
La primera de las doce cerchas que formarán la cubierta del nuevo Bernabéu ya está "colgada" del cielo del recinto blanco. El estadio se puede cerrar por completo en solo 15 minutos con la ayuda de la cubierta retráctil, que está construida con materiales de última generación utilizados en el sector aeroespacial.
Las obras avanzan con rapidez aprovechando el parón mundialista. Desde el exterior, parece que la parte superior de la cubierta que protege las gradas está casi terminada, y en el lado que da al Paseo de la Castellana han comenzado a tomar forma las lamas de piel que envolverán todo el recinto.
El trabajo interior también está progresando. El aparcamiento subterráneo va tomando forma y también se están realizando varias actuaciones en las gradas. Se trabaja a contrarreloj para habilitar las nuevas gradas que estarán en la parte alta del costado este (la que da a la calle Padre Damián) y también se trabaja en la remodelación de los accesos a otros sectores de las gradas.
El Mundial y el calendario que tiene el Real Madrid tras el parón ha permitido trabajar sin interrupción durante casi 80 días. El último partido se disputó el 10 de noviembre ante el Cádiz y el conjunto de Ancelotti no tiene previsto ningún partido en casa hasta la visita de la Real Sociedad al Bernabéu el fin de semana del 28 y 29 de enero. Sólo unos hipotéticos partidos de octavos de final (18 de enero) y/o cuartos de final (25 de enero) en Copa pueden adelantar el regreso del Real Madrid a su estadio. Mientras tanto, las obras siguen dando forma al Bernabéu del siglo XXI...