Karim Benzema tomó el balón y caminó directo al punto de penalti.
Ese momento se refleja en una dama que se negó a mirar el penalti de Karim que decidió el empate. La aficionada se dio la vuelta y pidió con todas sus fuerzas que entrara el balón. Y entonces empezó la euforia.
Realmente fue una noche inolvidable para todos los madridistas, dentro del Bernabéu y en todo el mundo. Esto será recordado por años tras años.