Karim Benzema lleva más de tres años con un vendaje que le cubre la muñeca y la mano derecha durante los partidos, debido a una lesión en el dedo que sufrió en un enfrentamiento con Marc Bartra, del Real Betis.
Todo empezó el 13 de enero de 2019, cuando el Real Madrid venció al Betis por 2-1 en LaLiga. Benzema se fracturó el dedo meñique de la mano derecha al intentar amortiguar la caída tras chocar con Bartra. El francés tuvo que ser sustituido en el descanso por aparentes dolores y se perdió el próximo partido del Real Madrid, los octavos de final de Copa del Rey ante el Leganés.
Pero Benzema pudo enfrentarse al Sevilla en casa en el siguiente encuentro liguero, y ese día lució por primera vez su vendaje. Marcó seis goles en los cuatro partidos siguientes, ante el Girona, el Espanyol, de nuevo el Girona y el Alavés.
Para no perderse los últimos meses de la temporada 2018/19, Benzema decidió no operarse inmediatamente después de la lesión. Pese a su presencia, el conjunto blanco se quedó sin trofeo tras una temporada en la que contó con tres entrenadores a tiempo completo (Julen Lopetegui, Santiago Solari y Zinedine Zidane).
Hasta hace poco no estaba claro si Benzema se había sometido a una cirugía plástica. El hombre de 34 años no había respondido públicamente a esta pregunta y circulaban rumores de que ahora estaba usando su vendaje por superstición.
Sin embargo, antes del partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones de Madrid contra el Inter de Milán en octubre de 2021, reveló que todavía usa el vendaje porque lo necesita.
"Me operaron, pero tienes que estar dos meses de baja después de la operación", explicó Benzema. "Me he vuelto a lesionar, pero no tengo tiempo de parar y operarme de nuevo, así que juego con el vendaje".