El Real Madrid cerró el año con una victoria por 2-0 sobre el Sevilla en el Santiago Bernabéu, en un partido que distó mucho de ser convincente. A pesar del marcador, el equipo de Matías Almeyda amenizó en varias ocasiones y estuvo a punto de dar la sorpresa, pero fue desbaratado por un Thibaut Courtois excepcional, que una vez más resultó decisivo. Los tres puntos fueron vitales para Xabi Alonso, permitiéndole llegar al descanso con un resultado que alivia la presión sobre su futuro.

Ese contexto marcó la breve pero contundente comparecencia de Alonso en la sala de prensa. El entrenador ofreció un mensaje sereno y comedido antes de concluir su última rueda de prensa del año: "Vamos a tener tiempo para analizar y reflexionar. Era un partido que teníamos que ganar. Hemos estado en una situación difícil por las lesiones. Podemos y queremos hacerlo mejor, y queremos empezar el año mejor".

Antes de marcharse, deseó felices fiestas a los periodistas y añadió unas palabras finales muy elocuentes: "Tranquilos". Unas breves palabras que sonaron como una clara respuesta a quienes pedían su destitución.

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