El Santiago Bernabéu presenció un momento conmovedor e inolvidable: Luka Modric, el jugador más laureado del Real Madrid con 28 títulos, disputó su último partido en el emblemático estadio. El ambiente estaba cargado de emoción mientras la afición, los compañeros y el club rindieron homenaje a una auténtica leyenda que marcó una época.

Antes del inicio del partido contra la Real Sociedad, la ala sur del estadio desplegó una enorme pancarta con Modric junto al trofeo de la Champions League, rodeado de hojas de laurel y con el mensaje: "Gracias, leyenda". En el centro del campo, se alzaba una camiseta gigante con el número 10, el icónico dorsal de Modric, que simbolizaba su legado.

En el minuto 85, el maestro croata fue sustituido entre un estruendoso aplauso, y Chema lo sustituyó. Al salir del campo, Modric abrazó a sus compañeros en una larga y sentida procesión. El partido se detuvo brevemente mientras ambos equipos formaban un pasillo de honor, aplaudiendo al capitán que se marchaba. Una vez en el banquillo, Modric compartió un emotivo abrazo con Toni Kroos, evocando el momento de la despedida del propio Kroos en el Bernabéu la temporada pasada.

Tras el pitido final, el homenaje continuó. Un conmovedor vídeo iluminó el marcador, narrando los mágicos años de Modric vestido de blanco. Luego, de pie en el centro del campo, se dirigió al público:

"Ha llegado el momento que nunca quise que llegara. Ha sido un viaje largo, pero maravilloso. Quiero agradecer al club y al presidente Florentino Pérez, a todos los entrenadores, a mis compañeros y a todos los que me ayudaron a lo largo de los años. Sobre todo, agradezco a mi familia; sin ellos, nada de esto habría sido posible".

Continuó: "Hemos ganado muchos trofeos, pero el mayor premio es el cariño que me habéis demostrado. He visto una frase que me encanta: 'No llores porque terminó, sonríe porque sucedió'. ¡Hala Madrid y nada más!".

La noche concluyó con Modric alzado en alto por sus compañeros, seguido de una vuelta de honor con su pareja y sus tres hijos. Antes de abandonar el campo, posó para una última foto con su familia y compañeros. Junto a Carlo Ancelotti, del brazo, Modric se situó por última vez en el centro del Bernabéu: dos iconos abrazados por el cariño de la afición madridista.

Gracias, Luka.

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