Esta década fue brillante. Una pléyade de jugadores, liderada por Alfredo Di Stéfano, situó al Real Madrid en la cúspide del fútbol. El equipo de las cinco Copas de Europa consecutivas asombró al mundo por su espectacular juego. Un inagotable torrente de éxitos legitimó al club como el más laureado de Europa. Se proclamó ‘Rey de Reyes’ y por si fuera poco, levantó una Copa Intercontinental en su primera edición (1960).
El fútbol europeo adquirió un gran nivel. Consciente de ello, a principios de los años 50 el prestigioso periodista francés Gabriel Hanot ideó una competición en la que participasen los equipos campeones de cada Liga europea. Al proyecto se sumó su colega Jacques Ferrán. Ambos redactaron un reglamento que llegó a la sede de la Unión Europea de Fútbol (UEFA). La propuesta gustó a los dirigentes del periódico francés ‘L’Equipe’, que organizaron el campeonato.
Nombraron una comisión con Santiago Bernabéu como uno de sus vicepresidentes. El campeonato se hizo realidad en 1956. El Real Madrid ganó la primera Copa de Europa de la historia el 13 de junio de ese año. Fue el inicio de las cinco consecutivas que consiguió. Logró un hito mundial bajo la figura de uno de los mejores futbolistas de la historia, Alfredo Di Stéfano, y durante la presidencia de Bernabéu.
El Madrid descubrió a Di Stéfano en las Bodas de Oro del club (1952), cuando el equipo se enfrentó al Millonarios (4-2). Desde entonces fue un objetivo madridista y al año siguiente debutó como jugador merengue. Se convirtió en el mejor futbolista de la historia blanca. Con él en la plantilla, la institución vivió su época más gloriosa. Recibió dos Balones de Oro (1957 y 1959) como gran estrella del equipo que reinó en Europa cinco años consecutivos. Su fútbol encandiló a todos. Creó escuela y sentó cátedra.
En la temporada 1959-1960, el exjugador madridista Miguel Muñoz cogió las riendas del Real Madrid. Ganó la Quinta Copa de Europa en su primera campaña como técnico. Se convirtió en el primer futbolista que logró el trofeo europeo como jugador (en tres ocasiones) y entrenador. En 1960, los merengues se coronaron también reyes del mundo al lograr la primera edición de la Copa Intercontinental (Real Madrid 5-1 Peñarol de Montevideo).
DEL NUEVO CHAMARTÍN AL ESTADIO SANTIAGO BERNABÉU
Con Santiago Bernabéu en la presidencia del club, la institución se hizo más grande. Traspasó fronteras convirtiéndose en sinónimo de éxito. Doce años después de tomar posesión de su cargo tuvo un gran reconocimiento por parte de la Asamblea General de socios. El 4 de enero de 1955 aprobaron que, a partir de dicha fecha, el campo de Chamartín se llamase estadio Santiago Bernabéu, “como prueba de reconocimiento a la labor del actual presidente”. El homenajeado agradeció a todos los asistentes la distinción y puso el cargo a disposición de la Junta Directiva, que le ratificó.
EL PRIMER RÉCORD EN LA LIGA (1954-55)
En el Metropolitano, casa del Atlético de Madrid, los blancos revalidaron el título de Liga con una jornada de antelación. Ganaron con récord incluido. Ningún equipo había logrado hasta entonces 46 puntos. Al club llegó una carta de felicitación por parte de la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes. Fue el preludio de un lustro, la mitad de la década de los años cincuenta, inigualable hasta entonces.
BIENVENIDO, ‘CAÑONCITO PUM’
El Real Madrid quería seguir llenando las vitrinas de su estadio con trofeos. Para reforzar el equipo, el 1 de agosto de 1958 se presentó a uno de los mejores interiores izquierdos del mundo, Ferenc Puskas. Se le bautizó como ‘Cañoncito pum’ por sus excepcionales disparos y su facilidad goleadora. Se convirtió en una leyenda madridista, formando la mejor delantera con sus compañeros Di Stéfano, Rial, Kopa y Gento.